La indulgencia jubilar es una indulgencia plenaria que la Iglesia católica ofrece a sus hijos como un don especial de la misericordia de Dios durante el Año Santo 2025. Por medio de ella, se remiten las penas temporales debidas por los pecados ya perdonados en la confesión, purificando el alma de toda huella del pecado. Cuando el fiel la recibe con fe, arrepentimiento y total desapego al pecado, puede alcanzar la gracia de quedar libre de toda pena temporal, y si muriera en ese estado de gracia perfecta, entraría directamente al cielo, sin pasar por el purgatorio, por pura misericordia divina. El Año Jubilar concluirá el 6 de enero de 2026, solemnidad de la Epifanía del Señor.

“Todo el que tiene esta esperanza puesta en Él, se purifica a sí mismo, como Él es puro.” — 1 Juan 3,3